EL BAUTISMO EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO.
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Jesús dijo: "Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo." (Mateo 28:19)
Después de que una persona acepta en su corazón al Señor Jesús como su único y suficiente Salvador, ésta se convierte en un nuevo cristiano o cristiana; en quien las cosas viejas quedan en el pasado, y a partir de ahí, todas son hechas nuevas. (2da. a los Corintios 5:17). El cristiano debe ir creciendo en el conocimiento de los mandamientos de Dios, dentro de los cuales, se encuentra el bautismo.
Cuando un cristiano cree y comprende lo que significa tomar la cruz de Jesús y seguirlo (Mateo 16:24), entonces está listo para bautizarse.
El bautismo se hace en obediencia al mandato de Jesucristo y para reafirmar públicamente que una persona realmente se ha convertido en cristiano.
El bautismo es una representación simbólica de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Por lo tanto, la mejor manera de hacer esto, es sumergiendo a la persona en un lugar donde haya suficiente agua, como lo podemos ver en Mateo 3:16; Juan 3:23 y Hechos 8:36,38.
Debemos aclarar lo siguiente: no se bautiza a los cristianos para salvarlos, sino que se hace porque ya están salvados; pues el bautismo no es un acto salvador, en sí mismo. Si así fuera, significaría que un ladrón o cualquier otra persona que practica voluntariamente el pecado, se salvaría de inmediato con el simple hecho de bautizarse.
Jesús mismo fue bautizado (Mateo 3:13; Marcos 1:9; Lucas 3:21). La Biblia nos narra que mientras la gente se acercaba a Juan para que los bautizara, se acercó también Jesús con ese mismo propósito, así que Juan lo bautizó en aquél momento. Podemos ver aquí que Jesús no se bautizó para ser salvo, porque él ya lo era; se bautizó para dar testimonio de su fe ante los demás, y para demostrar su total entrega a Dios. Y ya todos los que hemos leído las escrituras, sabemos lo que sucedió; el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de una paloma, y se escuchó una vos desde el cielo que dijo: He aquí mi Hijo amado, en él me complazco.
El bautismo se hace de la manera en la cual Jesús nos ordenó, es decir en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; por considerar, que siendo nosotros seguidores de Cristo, debemos también seguir sus enseñanzas al pie de la letra, como una muestra de que creemos en él y le obedecemos.
Dentro de la iglesia cristiana evangélica, se bautiza únicamente a personas que ya son capaces de creer, o sea, con la edad suficiente para ello. No se bautiza ni a bebés, ni tampoco a niños de muy corta edad; pues éstos son incapaces de tener fe o de creer en alguien. Además, la Biblia no respalda en ningún lado de todo lo escrito en ella, dicha práctica.
En la Biblia encontramos que en todos los ejemplos de personas que fueron bautizadas, éstas siempre eran personas mayores, capaces de saber el significado de lo que estaban haciendo.
Como podemos darnos cuenta el bautismo es un paso necesario en la vida de todo cristiano.
Dios les bendiga.
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