Texto Bíblico:
“Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado.” (Lucas 14:15)
Mensaje de Dios para nuestras vidas:
¿Alguna vez ha recibido una invitación a una cena? ¿Qué sintió usted? ¿Felicidad, alegría, dicha? Pues déjeme decirle hoy que usted y yo, estamos invitados a la mejor cena del mundo, y de toda la historia de la humanidad.
“Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado.” (Lucas 14:15)
Mensaje de Dios para nuestras vidas:
¿Alguna vez ha recibido una invitación a una cena? ¿Qué sintió usted? ¿Felicidad, alegría, dicha? Pues déjeme decirle hoy que usted y yo, estamos invitados a la mejor cena del mundo, y de toda la historia de la humanidad.
Se trata de la cena
preparada por el Señor en el cielo. ¿Quiere ir o rechazará la invitación? En
este momento Dios hace la invitación a todos, sin acepción de personas, porque
Dios quiere que cada persona, que vive en este mundo asista a la cena.
Lamentablemente no todos aceptan ir; pues muchos dicen tener otras cosas que
hacer.
Esta parábola tiene que
ver con el gran amor de Dios, pues Él dice en Juan 3:16 “Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”
Dios quiere que todos
procedamos al arrepentimiento, y que nadie perezca. Dios quiere darnos vida en
abundancia, y por eso nos dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si
alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él
conmigo.” Apocalipsis 3:20
Ya todo está preparado,
Cristo viene pronto para llevar a su pueblo elegido, viene por una iglesia sin
manchas y sin arrugas, es decir una iglesia santa. De ahí la necesidad e
importancia de todos nosotros de estar preparados para recibir a nuestro Señor
Jesucristo, desechando todo pecado y toda inmundicia de nuestras vidas, ya que
así estaremos aptos para verle en toda su gloria. ¡Aleluya! ¡Bendito el Señor
Dios Todopoderoso! Amén
Oremos a Dios:
Padre
Celestial, te alabamos, Tú eres digno de recibir toda la gloria, Señor queremos
asistir a esa cena que ya has preparado para nosotros, queremos estar allá en
cielo, ayúdanos y damos fuerzas para mantenernos en tus caminos, peleando la
buena batalla de la fe, y así llegar ante ti en aquel día glorioso, en el
nombre poderoso de Jesús. Amén.
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