Texto Bíblico:
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Pero sin
fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." (Hebreos 11:1,6)
Mensaje de Dios para nuestras vidas:
La fe es el vehículo mediante el cual podemos agradar a Dios, ya que él claramente, como lo vemos en las escrituras, se complace en que nosotros creamos, en primer lugar, en su existencia; y luego en la magnífica obra que es capaz de hacer en la vida de cada uno de nosotros.
Todo
cristiano está llamado a vivir por fe (Habacuc 2:4 ). Dios, mediante su palabra
escrita en la Biblia, continuamente nos motiva a que tengamos fe; por lo tanto,
es menester que busquemos la manera de aumentarla cada día más y más.
En
Génesis 22:1-13 encontramos un ejemplo de cómo Dios incluso, prueba la fe de
alguien. En este caso Dios probó la fe de Abraham, un hombre obediente y
temeroso del Señor; pero... ¿en verdad lo era? Eso fue lo que Jehová decidió comprobar
al pedir que le ofreciera a su único hijo, cuyo nombre era Isaac, en holocausto
a él. Nos dice la escritura que Abraham amaba a su hijo, sin embargo esto no
impidió que obedeciera el mandato de Dios; y se dispuso a realizar el
sacrificio, pero cuando estaba a punto de degollar a Isaac, el ángel de Jehová le
habló diciéndole que se detuviera, que no lastimara al muchacho. Y así fue como
Abraham pasó satisfactoriamente su prueba de fe, y Dios lo bendijo grandemente.
Así que, como podemos darnos cuenta, la fe agrada y nos trae grandes
recompensas de parte del Todopoderoso.
Jesús dijo
que si nuestra fe tuviera el tamaño de un grano de mostaza, diríamos a un monte
quítate de aquí, y nos obedecería (Mateo 17:20). A los discípulos, en una
ocasión les cuestionó, diciéndoles: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Pues mientras
iban en una barca, se desató una fuerte tormenta y los discípulos se
atemorizaron mucho, al grado de creer que morirían, así que se apresuraron a
despertar a Jesús, para que fuera él quien hiciera algo; y en efecto, cuando
Jesús despertó, calmó la tempestad y nos cuenta la Biblia que todos quedaron
maravillados y decían: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?
(Mateo 8:24-27)
Grandes
cosas tiene el Señor preparadas para cada uno de nosotros; con su ayuda,
también nuestra vida se convertirá en un ejemplo de fe. ¡Aleluya!
Oremos a Dios:
Dios de los cielos, digno eres de recibir toda
honra y gloria. Queremos vivir en fe, conforme a tu palabra; hemos aprendido y por
eso ahora sabemos que sin fe no te podemos agradar, ayúdanos para que nuestra
fe aumente en gran manera, danos esa sabiduría que necesitamos para comprender cómo
y de qué forma nuestra puede ir creciendo más cada día, en el nombre poderoso
de Jesús. Amén.
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