jueves, 5 de octubre de 2017

Con Fe Agradamos A Dios.





Texto Bíblico: 

"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." (Hebreos 11:1,6)


Mensaje de Dios para nuestras vidas:

La fe es el vehículo mediante el cual podemos agradar a Dios, ya que él claramente, como lo vemos en las escrituras, se complace en que nosotros creamos, en primer lugar, en su existencia; y luego en la magnífica obra que es capaz de hacer en la vida de cada uno de nosotros.

Todo cristiano está llamado a vivir por fe (Habacuc 2:4 ). Dios, mediante su palabra escrita en la Biblia, continuamente nos motiva a que tengamos fe; por lo tanto, es menester que busquemos la manera de aumentarla cada día más y más.

En Génesis 22:1-13 encontramos un ejemplo de cómo Dios incluso, prueba la fe de alguien. En este caso Dios probó la fe de Abraham, un hombre obediente y temeroso del Señor; pero... ¿en verdad lo era? Eso fue lo que Jehová decidió comprobar al pedir que le ofreciera a su único hijo, cuyo nombre era Isaac, en holocausto a él. Nos dice la escritura que Abraham amaba a su hijo, sin embargo esto no impidió que obedeciera el mandato de Dios; y se dispuso a realizar el sacrificio, pero cuando estaba a punto de degollar a Isaac, el ángel de Jehová le habló diciéndole que se detuviera, que no lastimara al muchacho. Y así fue como Abraham pasó satisfactoriamente su prueba de fe, y Dios lo bendijo grandemente. Así que, como podemos darnos cuenta, la fe agrada y nos trae grandes recompensas de parte del Todopoderoso.

Jesús dijo que si nuestra fe tuviera el tamaño de un grano de mostaza, diríamos a un monte quítate de aquí, y nos obedecería (Mateo 17:20). A los discípulos, en una ocasión les cuestionó, diciéndoles: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Pues mientras iban en una barca, se desató una fuerte tormenta y los discípulos se atemorizaron mucho, al grado de creer que morirían, así que se apresuraron a despertar a Jesús, para que fuera él quien hiciera algo; y en efecto, cuando Jesús despertó, calmó la tempestad y nos cuenta la Biblia que todos quedaron maravillados y decían: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen? (Mateo 8:24-27)

Grandes cosas tiene el Señor preparadas para cada uno de nosotros; con su ayuda, también nuestra vida se convertirá en un ejemplo de fe. ¡Aleluya!


Oremos a Dios:

Dios de los cielos, digno eres de recibir toda honra y gloria. Queremos vivir en fe, conforme a tu palabra; hemos aprendido y por eso ahora sabemos que sin fe no te podemos agradar, ayúdanos para que nuestra fe aumente en gran manera, danos esa sabiduría que necesitamos para comprender cómo y de qué forma nuestra puede ir creciendo más cada día, en el nombre poderoso de Jesús. Amén.

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